21-02-2015

Las Naves en Télam

Una revista-libro de bolsillo que difunde el cine de autor a través de las ideas de sus realizadores

“Las Naves”, una revista-libro de bolsillo que busca difundir el cine de autor a través de textos originales escritos especialmente por realizadores argentinos y extranjeros, quienes reflexionan acerca de sus proyectos, pensamientos e inclinaciones estéticas, se transformó en los últimos años en una atractiva propuesta editorial que acaba de sacar su cuarto número, con el título “Películas sin terminar”.

 

Con artículos escritos u organizados especialmente para cada número, que a veces incluye otros textos redactados con anterioridad pero inéditos en Argentina, la última edición de “Las Naves” ofrece guiones sin filmar, cartas entre colegas, bocetos, fotogramas, tratamientos, investigaciones y reflexiones, “todo aquello que podría dar cuenta de un nuevo género que sería lo no terminado y que instala un interrogante sobre los límites de una obra”.

“Nuestra idea no es solamente producir materiales nuevos a partir de textos de cineastas, sino recontextualizar materiales a partir de los cuales generar algo nuevo. Si no les hubiésemos pedido esos materiales a sus autores, probablemente seguirían guardados en un cajón. Descubrimos determinados materiales a partir de una pista, los descolocamos y sacamos a la luz”, afirmaron sus tres directores.

En una entrevista con Télam, la licenciada en Letras Julieta Mortati (directora de la editorial Tenemos las Máquinas), el cineasta Edgardo Dieleke y la programadora del Festival de Mar del Plata Cecilia Barrionuevo, explicaron el origen y los alcances de esta publicación en la que se pueden encontrar relatos en forma de diario íntimo, que documentan momentos que revelan la experiencia personal y el proceso creativo de sus autores.


-¿Cuándo y por qué nació Las Naves?
-El primer número de Las Naves sobre Manifiestos fue presentado en el Bafici 2013. La idea era hacer algo que funcionara como un documento de época y para esto pensamos que nadie mejor que los mismos directores que hacen cine para hablar de lo que hacen.


-¿Qué espacio editorial viene a ocupar la revista?
-En Argentina había revistas de crítica de cine, pero ninguna en la que escribieran sólo cineastas. Tampoco encontrábamos revistas en las que tuviera lugar la experimentación a nivel editorial y de diseño. Esos espacios quedaron un poco relegados a internet y con Las Naves buscamos presentar una propuesta editorial más experimental para demostrar que es posible hacer otros libros, y que no entran en las categorías habituales de revistas de cine. Las Naves es, en definitiva, una publicación que se renueva con cada número.


-¿A qué tipo de lectores está dirigida y por qué?
-Está dirigida a todos aquellos que les interese saber del trabajo creativo de otras personas, a los amantes del cine, artistas, estudiantes, aficionados, curiosos en general.


-¿Cuáles son los criterios editoriales de la revista?
-En cuanto a la selección de autores, publicamos los que nos gustan y creemos que pueden decir algo original sobre el cine, en general, autores que ponen en cuestión las definiciones tradicionales. Para Las Naves 4, privilegiamos la inclusión de autores que no son tan conocidos en Argentina como Sandra Kogut y Andrea Tonacci de Brasil o los que nos gustan desde siempre, como Jonas Mekas, o nombres que queremos reforzar, como Serge Bozon, y aquellos que no queremos olvidar, como Serguéi Paradjánov, para poner algún ejemplo.


-En ese sentido, ¿que papel viene a jugar la revista?
-Es una herramienta de difusión del cine de autor a nivel mundial con una importante presencia argentina (en el último número incluimos a Gustavo Fontán, Alejo Moguillansky y un guión escrito entre Ricardo Piglia, Nicolás Sarquís y Luis Príamo). Lo principal es que en su gran mayoría son textos originales escritos específicamente para Las Naves o materiales que nunca fueron publicados en Argentina.


-¿Cómo eligen los temas y por qué la revista le dedica un número entero a un solo tema?
-Nos interesa que los temas no sean específicamente del cine, sino que puedan abarcar otras áreas del arte y del conocimiento. No nos interesa plantear de antemano los grandes temas universales, pero obviamente que eso termina apareciendo y es muy interesante cómo interviene. En el caso particular del último número nos interesaba saber cuáles eran las razones para no terminar una película que en la mayoría de los casos suelen ser no tan legendarias, sino más ordinarias y prosaicas como la falta de financiación, demoras burocráticas, disputas internas y en muchos casos, una cuestión de oportunidad.


-¿Por qué eligieron el formato de bolsillo?
-Está inspirado en el formato de la revista alemana Revolver. Nos parecía un formato novedoso que podía funcionar como una especie de libro guía que el cineasta podía llevar en su bolsillo y encontrar las respuestas a sus interrogantes en pleno rodaje, como si fuera el I Ching o algo por el estilo. Pero a su vez, gracias a este tamaño circula con mayor facilidad, la gente lo puede transportar en sus valijas, no como esos bodoques de catálogo de festivales que terminan tirados en las habitaciones de los hoteles.


-¿Y qué otras ventajas posee?
-Estos ejemplares generan deseo. El resultado son libros para que se luzcan en la biblioteca, pero para leer en cualquier lado, cuando tenés un viaje corto o un viaje largo. Esto tiene que ver con cómo se lee hoy, Las Naves es una publicación que también piensa en las necesidades del lector actual que no tiene mucho tiempo y puede leer en cualquier lado, sólo un texto elegido al azar o la publicación entera.