14-01-2019

Luis Gusmán en Clarín

Tres al hilo: el escritor que, en un solo mes, llega con varios títulos a las librerías

Son tres ensayos y las editoriales son distintas pero  compartirán una presentación conjunta. Los libros, en conjunto, aportan una mirada sobre la tradición literaria argentina.       

Luis Gusmán, escritor y psicoanalista, integra el canon de los grandes de la literatura argentina. Su novela El frasquito, publicada en 1973 y prohibida en 1977, aportó al rupturismo que también fogoneaban entonces Osvaldo Lamborghini o Manuel Puig. Sus intervenciones críticas de aquellos años aparecían Revista Literal, donde también escribían firmas como junto a Josefina Ludmer, Germán García, Héctor Libertella, entre otros. Es autor de más de diez libros de ficción -entre ellos En el corazón de junio (Premio Boris Vian, 1983), VillaEl peleteroLa casa del Dios oculto- y de numerosos ensayos.

En diciembre tres sellos coinciden en publicar cada una un libro nuevo del escritor Luis Gusmán, en los que construye una mirada sobre la tradición literaria argentina. En Edhasa publican La valija de Frankenstein; la editorial Tenemos las Máquinas publica La literatura amotinada, mientras que por Ediciones Godot sale una edición numerada y encuardernada artesanalmente por Barba de Abejas del libro Esas imbéciles moscas. En los tres casos, se trata de ensayos literarios.

En  La literatura amotinada,  Guzmán traza un mapa de ideas sobre los intensos finales de los años sesenta y los primeros de los setenta, cuando comenzaba a forjarse una generación de escritores y lectores, sensibles ante uno de los momentos de mayor ebullición de la vida cultural de Buenos Aires.

En ese entonces, Gusmán trabajaba en la Librería Martín Fierro, en la calle Corrientes, donde se cruzaba y trababa amistades literarias definitivas con Leónidas Lamborghini, Héctor Libertella y Ricardo Piglia, quienes comenzaban a revisar para siempre la tradición literaria y que, según Guzmán, “son los que mejor leen la literatura argentina después de Borges”.

Gusmán. El escritor que escribe sobre otros escritores.

Gusmán. El escritor que escribe sobre otros escritores.

En ese sentido, esta obra repasa y analiza la manera de leer de una generación que produce un estilo de escritura, apuesta por un trabajo enfocado en el lenguaje, y coloca a la literatura como agente de un motín a conquistar, para revisar y refundar la idea sobre la tradición literaria en el país.

La valija de Frankenstein -con notables ilustraciones de Daniel Santoro-, en tanto, parte de la idea de que, en vez de la anatómica prescripción de un canon impuesto, conviene rendirse a un orden más lúcido y azaroso, que detecta los encuentros clandestinos de los escritores, los parentescos sorpresivos, las mezclas más insólitas: una de las ideas que subyace en este texto es que no hay literatura sin asombro, no hay lector, auténtico lector, sin el descubrimiento de una filiación inesperada.

Frankenstein es, en este marco, una metáfora de ese monstruo feliz hecho de fragmentos de distintos escritores y estéticas: Sarmiento, Mary y Percy Shelley, Byron, Borges, Benjamin, Pamuk, Piglia, Libertella.

La lectura como goce irreverente

Finalmente, Esas imbéciles moscas responde a una idea en algún punto descabellada: es un libro de ensayos sobre las moscas en la literatura argentina. 

El miércoles 12 de diciembre a las 19:00 se hará una presentación conjunta de los tres libros en el bar La Paz Arriba (Montevideo 421, CABA). La presentación estará a cargo de Daniel Santoro y María Moreno. La música estará a cargo del cantante Jorge Fara junto al bandoneón de Gustavo Paglia.